¡Hola a todos!
Hoy despertamos con una noticia que, a pesar de ser lógica, causa bastante revuelo entre los que apoyamos las TIC. Los diferentes medios han publicado que se van a prohibir el uso de los móviles en las aulas.
A cualquier persona puede parecerle algo normal. Tradicionalmente los móviles han quedado fuera de las aulas y, con la implantación de tarifas de datos, se están mal utilizando durante las clases por los adolescentes. Los maestros notan que sus alumnos no les prestan atención, que están más pendientes de chatear, jugar, o realizar cualquier otra tarea.
Pero pensándolo bien, ¿acaso si no tienen móvil no se distraen? ¿quién no ha jugado en algún momento con su compañero con el cuaderno durante las clases? ¿quién no se ha distraído haciendo dibujos o pensando en las musarañas? Es cierto que el móvil es una gran fuente de distracción, pero cuando se prohíbe algo, se intenta romper esa regla.
¿No sería mejor que el profesorado incorpore ese tipo de tecnología que tan atractiva le resulta al adolescente? Debemos recordar que cuando partimos de los intereses del alumno, la motivación fluye por sí sola. Si le mandamos tareas en las que, en ocasiones, deban utilizar esta tecnología, verán que los smartphones también tienen un uso educativo. ¿Por qué no aprovechar las redes sociales para trabajar cooperativamente? Creo que se pueden hacer grandes cambios en torno a estos dispositivos, cambios que pueden motivar al alumnado, cambios que pueden incrementar el rendimiento de tu clase y, al fin y al cabo, se eliminará o disminuirá la posibilidad de distracción.
Por lo tanto si notamos que la mayor parte de nuestros alumnos se distraen, quizá es que no estemos haciendo las cosas del todo bien. El maestro debe tener las herramientas suficientes para cambiar la metodología y mejorar sus clases.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre ello? ¿Creéis que debería estar prohibido el uso de los móviles?
¡Nos leemos en los comentarios!
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